¿Escondes tu corazón?

Hoy resuenan en mí  los versos de una poesía de Evaconbotas:


“Escondiste tu corazón un día de primavera.
Y ya no tienes manera
de distinguir lo que sientes
esa es la razón por la que mientes”.


¿En cuántas ocasiones escondes tu corazón?

A las mujeres nos entrenan para ser cuidadoras, atentas vigías de estados emocionales ajenos, prestas siempre a escuchar, sostener, ayudar y consolar a los demás.

A la mayoría, la práctica diaria a lo largo de los años nos convierte en grandes maestras, excelentes conocedoras del corazón ajeno. Padres, hijos, parejas, todos se benefician de esas habilidades adquiridas y perfeccionadas con dedicación, constancia y entrega sostenidas en el tiempo.

 

Y hoy me pregunto,

¿En qué momento nuestros ojos olvidaron mirarnos?

¿En qué momento nuestros oídos olvidaron escuchar nuestra propia voz?

¿En qué momento nuestro corazón dejó de palpitar con nuestro sentir para acoplarse al sentir del otro?


Cada pregunta abre una puerta. Cada puerta conduce a una nueva estancia. Cada estancia contiene una pista. ¿Resolveremos tan bello enigma?


Esta entrada fue publicada en afectos, coaching, Los sentidos del amor, Psicologia-coaching y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

3 respuestas a ¿Escondes tu corazón?

  1. anna dijo:

    Yo querida Li, debido a esto què explicas no siento casi nada de mí misma; soy capaz de animar a un muerto, casi; de aconsejar a una harpía, de abrazar con amor hasta ver brillar la luz en los ojos de la otra persona y en cambio, yo misma, hacia mi misma, no sé en realidad ni lo que quiero, ni lo uqe me gusta, ni què deseo ni tan siquiera sé si deseo…y me gusta mucho eso que has escrito de que cada pregunta (de esas que has puesto en colores y que atañen al ver, al oir y al sentir) abren puertas que conducen a nuevas estancias y que en cada estancia hay una pista…muy cibernético! me gusta…ahí estoy…abriendo esas puertas, que no son más que las puertas de mi propia casa, las puertas de mi HOGAR…ya no puedo vivir más sin hogar…esa es la cuestión, pero hace múchísimo tiempo que salí de él y no es fàcil tarea no tan sólo abrir las puertas, sinó encontrarlas…

    • Lin dijo:

      Sí, a muchas mujeres nos convendría aprender a ir conduciendo nuestra mirada, poco a poco, hacia nosotras mismas. Con el mismo cariño que le dedicamos a los demás. La constancia y la paciencia pueden ser nuestras aliadas… no se aprende en un día. Y por lo que leo… lo sabes bien, Anna.

  2. anna dijo:

    Constancia y paciencia … sí … esconder el corazón … también es acertado decirlo de este modo, aunque yo mas bien pienso que me lo han arrancado … pero entonces con què estoy amando y me estoy amando?

    Saludos Lin!

Deja un comentario